Eneatipo 8: Sexual

Como todo subtipo sexual de cualquier eneatipo, el del E8 se caracteriza porque para él, el ámbito más importante es el de las relaciones íntimas o cercanas, o más concretamente el de su pareja, quien desempeña un rol principal en su vida, y con quien acostumbra a buscar la intensidad tan propia de este patrón de personalidad, dando rienda suelta a la exacerbación de sus neuras (o en su caso, el miedo a la traición, la posesión, la exigencia, la intensidad y la venganza o el sadismo).
El eneatipo 8 sexual está marcado, como el resto de los subtipos del E8, por un fuerte narcisismo (propio de los eneatipos rígidos), y por una notable dureza y agresividad en su concepción del mundo y en su actuación instintiva y directa ante la vida y los demás, siendo además la lujuria (o la pasión por el exceso) lo que más lo determina.
Eneatipo 8 Sexual
Ygritte

Pero es el más emocional de los tres subtipos (a diferencia del conservación, más vinculado a la acción, y del social, más vinculado al intelecto), y el más lujurioso e intenso en todo lo que hace (en su forma de comer, en la sexualidad, en el habla, y en sus gestos), siendo su pasión o lujuria, la de la posesión o necesidad de apoderarse de todo, tanto de las personas a las que quiere, como de los objetos.

Se le denomina, de hecho, “posesión”, por su tendencia (desde una perspectiva de relación de poder y a través de la fuerza) a querer poseer, dominar e incluso controlar a la persona con la que se vincula, o el centro de atención de toda escena.

Necesita apoderarse del otro, ya que está principalmente marcado por el trauma infantil vivido en la 5ª etapa del desarrollo, cuando experimentó el cambio brusco en su relación con uno de sus dos progenitores (de total libertad a relación limitada y rechazo), como una traición, siendo por tanto esta última, uno de sus mayores temores.

El eneatipo 8 sexual necesita sentirse amado, pero le cuesta creer en el amor (como a todo E8, más tendente al cinismo y a la agresividad, por su visión hostil acerca del mundo), y sufre ante la idea constante de ser traicionado.

Es un E8, y como tal, ha sustituido su falta de amor, por relaciones basadas en la lealtad, y vive por y para la intensidad, idealizando la entrega mutua sin límites.

Quiere confiar en el otro, necesita intensamente poderlo hacer, pero sin embargo, es propenso a una desconfianza perenne, y por ello somete constantemente, e incluso con la violencia y agresividad que caracterizan a este patrón de personalidad, a dura prueba a la persona con quien se relaciona (o a sus amistades), a fin de que estas le demuestren la misma lealtad (y con la misma intensidad) que él ofrece, y exigiendo a su pareja ir más allá de lo normal para demostrarle su entrega, llegando incluso, a poder ser tremendamente posesivo, dominante y controlador con ella .

Determinado por la seguridad en sí mismo y por su tendencia al desapego social, es también el más rebelde y desafiante de los tres subtipos. Cree en el placer, en el poder y en el dinero, y se entusiasma ante la vitalidad que pone en todo lo que hace.

Se siente poderoso y desprecia, como todo E8, la sensibilidad y el sentimentalismo, y concibe lo bueno y virtuoso como una actitud falsa ante la vida, a la que se enfrenta y contrapone con la del antisocial que da la cara y denuncia la hipocresía y mentiras del mundo, y con la del más malo, retador y provocador, que se enorgullece de serlo, porque su postura según él (como según todo narcisista), es la mejor o la más acertada, o la única concebible en un mundo duro en el que hay que ser el más fuerte.

Charlatán, provocativo, embaucador y en ocasiones fraudulento, y orgulloso de su intensidad y osadía, tiene plena confianza en sí mismo y hace ostentación de sus valores diferentes, y seduce desde el poder y la grandiosidad, con dramatismo, fuerza y atrevimiento (y sin sentimiento de culpa o vergüenza), a fin de someter a los demás, para que estos sirvan a sus intereses.

En un estado de mayor conciencia con su neura, el eneatipo 8 sexual, puede ser un gran defensor y cuidador de su pareja, y puede asimismo abrirse a ella, mostrándole su vulnerabilidad y su ternura, pues el subtipo sexual, puede tener un fondo bueno, y ser tierno y dulce con aquellos con quienes se relaciona, mostrándose solo en la intimidad.

Pero presa de su neura, puede llegar a convertirse en un tirano con su pareja, posesivo, celoso, controlador, dependiente, e incluso sádico en las pruebas a las que la somete para demostrar su lealtad, y puede sentir una rabia tan intensa ante el abandono, que se convierta en alguien tremendamente agresivo, que se venga sin piedad.

El eneatipo 8 conservación en la red.

Es el más intenso, rebelde, y emocional de los tres subtipos Ocho. Provocativo y apasionado en el sentido de conducir a los otros hacia ellos, estos ocho, sacan su poder e influencia desde el estar en el centro de las cosas, de las conexiones fuertes y enérgicas que ellos desarrollan, y del camino ferviente del cual ellos expresan sus posiciones y valores. Suelen ser «rebeldes sin causa» amantes de la velocidad y les encanta ser los «malos»; se siente orgullosos de su dureza. Desean competir por el placer de hacerlo y les encanta cazar a sus presas. Son bastante activos y carismáticos y tienden a ser descarados. Escogen a sus aliados con sumo cuidado. Desean controlarlo y poseerlo todo, también a la persona con la que comparten una relación amorosa. Esperan de ella que se entregue en cuerpo, mente y alma. Tienen su opinión respecto a todos los aspectos de la vida del otro. Luchan por el poder en la relación, o someten o se entregan por completo. Proclives a la sospecha buscan las vulnerabilidades en los demás. En su aspecto más bajo, podrían intentar dominar totalmente a su pareja. Son muy celosos y posesivos, y es posible que traten de separar a la otra personas de sus amigos o de otros contactos. En los casos peores son posibles los malos tratos al cónyuge, actos impulsivos de venganza y crímenes pasionales.

De Fernando Erdmann encontrado en facebook.